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jueves, 3 de febrero de 2011

¡¡ESTRENAMOS PURGATORIO!!


Queridos amigos, soy Sylvie y os presento este pequeño rinconcito que será mi purgatorio, el lugar donde se limpian culpas y se lavan malas conciencias. ¡No os asustéis! Será un purgatorio divertido, donde vosotros también podréis contarme vuestros pequeños o grandes pecadillos. Eso sí, hablamos de pecados del buen vivir, no quiero que me malentendáis. Cada vez que me compro algo muy caro o me doy otro tipo de capricho, llamo a mi madre y le digo: "Mamá, confieso que he pecado". Al principio, la pobre se asustaba. Ahora ya sabe de qué va la cosa. Es época de crisis económica y eso provoca culpa. El caso es que antes de la crisis también me la provocaba... Os cuento.
Mi crisis se remonta al momento en que tuve mal uso de razón. Y es que, cuando mi abuelo nos regalaba a mi hermana y a mi un billete de cien pesetas, yo no sabía qué hacer con él. Era muy pequeña y todavía no podía irme de compras, ni a restaurantes, ni al cine... ¡Nada! Entonces, ¿para qué quería yo esa hojita marronosa con un señor calvo dibujado? Pues con no mucho criterio empresarial, se lo daba a mi hermana, que poco a poco fue haciendo su pequeña fortuna. ¡Y la tiene, os lo aseguro! El caso es que, aunque ahora no voy regalando billetes, porque ya sé cómo funcionan y para qué sirven, sigo sin remedio... ¡Mi ahorro es cero!

Si vuestra situación es la misma, ¡bienvenidos! O sentiréis como en casa. Y si os gusta el buen vivir, este blog será vuestro hogar. Aquí no sólo purgaremos pecados grandes sino también los pequeños e incluso los insignificantes.  ¿Os apuntáis?
¡Un beso grande!
Sylvie Tartán.

4 comentarios:

  1. No,mucho espíritu empresarial no tienes, ja, ja!

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  2. je je je!
    ese detalle no lo sabía! XD
    cobrale intereses ahora por lo que le diste ;D

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  3. jajaja, pídele a tu sister que al menos se pague una cena!!!

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